Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA, y Manuel Bretón, presidente de Cáritas. | Foto: Unespa.
Un grupo de 107 aseguradoras ha realizado, a través de UNESPA, una donación a Cáritas de 3,8 millones de euros, que permitirán a esta organización reforzar sus programas de apoyo a personas en situación de vulnerabilidad, a las familias, a los mayores y a quienes se encuentran en situación de desempleo.
En concreto, según apuntan desde la Asociación Empresarial del Seguro, la aportación será destinada a financiar cuatro proyectos de Cáritas orientados a paliar las consecuencias sociales y económicas de la crisis generada por la COVID-19, como son la pérdida y la precarización del empleo, la caída de ingresos de los hogares, la disminución del rendimiento escolar o el deterioro de la salud física y psicoemocional.
Cáritas destinará parte de los recursos a garantizar el acceso a bienes de primera necesidad a familias en situación de exclusión social, así como al pago de suministros domésticos y alquileres.
Con la aportación del sector asegurador se sufragarán, asimismo, acciones de refuerzo educativo para menores de edad, actividades de ocio y tiempo libre para jóvenes de entre 6 y 21 años, y cursos de sensibilización para niños y adolescentes en situación de riesgo social. También se realizará un acompañamiento integral para familias vulnerables. En el marco de estas actuaciones se desarrollarán programas de apoyo a la convivencia entre los integrantes de las familias y servicios de
asesoría jurídica, entre otros.
El empleo es otro de los capítulos en los que Cáritas dispondrá también de nuevos recursos gracias al apoyo del sector asegurador. La donación, coordinada por UNESPA, permitirá impulsar cursos de formación para personas en situación de desempleo y desarrollar planes individualizados de reorientación laboral.
La cuarta iniciativa que dispondrá de fondos provenientes del sector asegurador es el programa de acompañamiento de mayores. Además de la acogida en distintos centros y recursos residenciales repartidos por todo el país, Cáritas presta ayuda a domicilio a estas personas, como servicios de acompañamiento, apoyo a situaciones de dependencia, cátering o lavandería. Estas medidas permiten a las personas mayores seguir viviendo en sus domicilios de manera autónoma, al tiempo que evitan la soledad y practican un envejecimiento activo.