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El presidente del Consejo General, José María Campabadal, ha escrito un artículo de opinión sobre las recientes declaraciones del presidente de Fecor, David Sanza, contra los Colegios de Mediadores de Seguros.

A continuación, reproducimos el contenido íntegro de dicho artículo:

MÁS ALLÁ DE LAS DISCULPAS DE DAVID SANZA

Por unas horas, tuve la sensación de que habíamos regresado a un pasado oscuro y lleno de procacidades. Esto ocurrió el jueves por la mañana, cuando leí y escuche las declaraciones que David Sanza, presidente de Fecor, había realizado ante los alum- nos de la UNED. Presentó los colegios de mediadores como instituciones del siglo XIX y los mediadores aparecían como personajes avariciosos e indolentes que no pagaban cuotas y recibían unos servicios indignos de la época en que vivimos.

Miré a mi alrededor, pensé en el Consejo General, que tengo el honor de presidir, recordé a mis compañeros presidentes, a sus juntas, que se esfuerzan para implementar procesos de calidad, y me dije que alguien había perdido el norte, había dinamitado el sentido común y manifestaba un desprecio latente indigno y carente de toda justificación.

Reflexioné. Recibí numerosas llamadas y vi que mi opinión era compartida por mu- chos mediadores de seguros colegiados. Entonces, desde el Consejo elaboramos un comunicado exigiendo la retractación a David Sanza. Este comunicado, que se hizo público el viernes, y que se ha remitido a todos los colegios de España, no solamente manifestaba un malestar por el insulto colegial, sino que exponía una honda preocupación por las formas y el fondo de una cuestión que debe hacernos reflexionar.

Vaya por delante que manifesté personalmente a Fecor el profundo malestar por las declaraciones de David Sanza, y les indiqué que el Consejo General haría una comunicado público, comunicado que Fecor conoció con antelación. Luego, vino la retractación que hemos podido leer.

Con la nota de Fecor, este Consejo quiere dejar cerrada la polémica pública, no sin antes reflexionar sobre el peligro de acciones pirománticas que pueden asolar el mundo de la mediación. Cuando una persona habla en público, sus palabras no lo son a título personal. Cuando una persona tiene cargos públicos, su responsabilidad y trascendencia es enorme. Pero si lo hace en una universidad, con jóvenes que han de incorporarse al mercado laboral, esa responsabilidad crece exponencialmente. Porque esos jóvenes, que atienden atentamente al presidente de Fecor, se forman una idea de la profesión y su representación que no coincide con la realidad.

Coincido con David Sanza en que ha cometido un error mayúsculo, pero como presidente del Consejo considero que tenemos una responsabilidad educacional y la obligación de contribuir a la salud democrática de los órganos de representación pública. Los cargos que ostentamos obligan a la mesura, control, reflexión, análisis, representación, iniciativa y liderazgo profesional y, si se me permite la expresión, también moral.

Todo esto lo ha dinamitado una acción piromántica. Ayer, era 30 de agosto. Hoy, cuando escribo, 31 de agosto. En medio, una convulsión. Pensaré que la canícula tiene esas cosas, pero no acepto ni aceptaré que se cuestione el esfuerzo, voluntariedad, trabajo incondicional, representatividad y estima por un modelo de representación colegial que se construye instante a instante con una actitud que merece mi aplauso. La crisis no permite despistes ni veleidades. Si algo hoy es el bastión de la representación de la mediación de seguros profesional son los colegios de mediadores de seguros. Y gracias a esos colegios, y a aquellas asociaciones serias y responsables que se han construido, hoy podemos liderar el futuro. Pese a quien pese.

Más allá de las palabras de David Sanza afortunadamente existe el horizonte de los colegios de mediadores de seguros. No lo olvidemos, porque nos quedaríamos sin referencia.

Artículo publicado en el Boletíndelmediador.com, 04-06-2012