Evolución histórica de los fallecimientos en España y el papel del seguro de decesos. | Gráfico: Unespa.
El sector asegurador se hizo cargo del entierro de 275.160 personas en 2018, lo que se traduce en un 61% de los fallecidos en el país, según el Informe Estamos Seguros 2018 elaborado por UNESPA. La mayoría de las inhumaciones (185.263) se produjo en la misma localidad donde ocurrió el fallecimiento. En 89.388 casos, un 32,49% del total, fue preciso trasladar el cadáver de una población a otra dentro del territorio nacional. Asimismo, hubo 509 personas que perecieron en el extranjero.
El seguro de decesos es, tras el de automóviles, el producto asegurador más extendido. Casi 22 millones de personas (un 46% de la población española) están protegidas por una de estas pólizas de acuerdo con datos recabados por ICEA.
Las aseguradoras suelen encargarse del servicio funerario y los traslados y, además, facilitan a las familias otros servicios asociados como el asesoramiento jurídico o la atención psicológica.
La implantación del seguro de decesos es particularmente destacada en la mitad sur de la Península y en la cornisa cantábrica. Las provincias donde este producto tiene una mayor presencia son Cádiz (80% de la población asegurada), Ávila (79%), Badajoz (72%), Ciudad Real (69%) y Huelva (66%). Pero incluso en aquellos territorios donde el seguro de decesos tiene un peso comparativamente bajo, su presencia sigue siendo más que perceptible. Es el caso de Melilla (16%), Soria (18%), Huesca (21%), Teruel (22%) y Baleares (23%).