Las aseguradoras españolas detectaron el año pasado 130.959 intentos de fraude, lo que supone un incremento del 10,5 % con respecto a 2010 debido fundamentalmente a la crisis económica.
Según datos de Icea, las nuevas tecnologías y los incendios en negocios fueron las vías más utilizadas en las tentativas de fraude, que hubieran tenido un coste para las aseguradoras de 521,4 millones de euros de no haber sido descubiertos, aunque equivalían a indemnizaciones por 157,1 millones.
En 2011, las aseguradoras incrementaron su inversión en la detección del fraude hasta los 7 millones de euros, logrando recuperar 46 euros por cada euro invertido. La detección de los fraudes permite ahorrar a las aseguradoras una media del 69,9 % en las indemnizaciones, según Icea.
Artículo publicado en el Boletín del Mediador, el día 27-04-2012